viernes, 6 de febrero de 2009

Los Lobos, O De como mantenerse íntegro

Ayer fui a ver una obra de teatro muy recomendable, no solo por las grandes actuaciones, (Pedro Armendáriz, Roberto D’Amico, Jesús Ochoa, Rafael Sánchez Navarro y Víctor Trujillo) si no por todo el tema que maneja sobre la intriga política de nuestro gran país, que bien pudo ser cualquier otro, ya que, gracias a la gran adaptación de Héctor Bonilla, podían sobre entenderse discretas referencias, al PAN, PRD, PRI y Hacienda, pero bien podría ser cualquier otra situación, por supuesto, llega un momento en que la trama rebasa estas referencias para tratarse de solo hombres de política, y después de esto, la intriga política queda en segundo termino para hablar de la moral y la ética, de cada individuo, ya que después de todo, la gran pregunta es ¿Cómo mantenerse integro en nuestros propios principios, en un mundo lleno de tentaciones?, donde al parecer la ley no es la misma para todos, donde el peor pecado no es hacer el mal, si no hacerlo de manera vulgar, ya que en voz del personaje interpretado por el gran Pedro Armendáriz, “Si se tiene que robar, se tiene que robar… pero hay que hacerlo con estilo” … amenos claro que seas un pobre inculto del pueblo, y no de la elite gobernante, esa manada de lobo (en el peor sentido que se le pueda dar) que protege su presa dando dentelladas a diestra y siniestra.

Sobre el idealista y agresivo personaje de Rafael Sánchez Navarro recae todo el peso de la decisión crucial en la trama, y se debate entre ceder o mantenerse “integro” dentro de lo que se pueda, ya que todos en escena, y en la vida misma, tenemos cola que nos pisen, todo mundo guarda un secreto, todo mundo debe favores, y todos conocemos a alguien que puede ayudar o perjudicar a otro alguien, con que tan solo lo pidiésemos, el final no se los cuento, para no arruinar la obra. Pero el tema lo continúo, ya que sin duda alguna me deja pensando, en las cuestiones sobre la ética y las relaciones humanas.

Pienso de nuevo en que todo mundo ha hecho algo desagradable en su vida, algo bajo, tal vez pasional, tal vez inmoral, desde mentir hasta robar, en el mejor de los casos, y surge la cuestión, ¿como pedir que se nos diga la verdad, si hemos mentido, como pedir que se nos conceda justicia, si en algún momento hemos sido injustos, como creer en el otro, si sabemos que el otro no debería creer siempre en nosotros, como lidiar con la doble moral de pretender que cuando uno mismo es el que comete la falta, esta no es tan grave?. Y, si aun así, después de todo, se lograra resolver esta incógnita, como mantenerse en pie frente a tantas oportunidades de caer en los juegos de la intriga.

Mi respuesta, que no espero sea ni remotamente la correcta para todo mundo, seria, no juzgues, no reniegues, no maldigas, si, después de hacer una introspectiva, te das cuenta, que, cual ley del karma, tu actual situación, ya sea desagradable, ya sea desesperada, es consecuencia, tal vez no directa, de alguna situación desagradable que has hecho vivir, en algún momento, a otro; ya que, llego a la terrible conclusión (Que renovaría mis esperanzas en la sociedad si alguien me contradijera) de que ser moral y éticamente correcto, va en contra de las leyes de la naturaleza, es mentira que puede observarse el bien común, al menos no cuando los tuyos mueran de hambre o padecen algún sufrimiento, es mentira que puedes negarte a poseer mas bienes, si sabes que esto brindara una vida mas cómoda, y es mentira que, a pesar de dejar de haber sido animales no pensantes, el hombre puede superar el instinto Darwiniano de la supremacía de los mas aptos. Pero no olvidemos, que, aun y con todo esto, somos seres sociales, y que si perjudicamos a los que nos rodean, estos nos darán la espalda, y no hay ser que pueda sobrevivir solo en la terrible selva de concreto que nos hemos desarrollado como hábitat, llena de depredadores, sin presas, mas que nosotros mismos.

Mentir, robara, engañar, conspirar, todo esto es posible, siempre y cuando estemos de acuerdo en que en algún momento se nos mienta, se nos robe, se nos engañe y se conspire contra nosotros, y si no estamos de acuerdo en este postulado, entonces será momento de iniciar un cambio, y siempre debe comenzarse por uno mismo, y mantenerse en pie, íntegro con respecto a nuestros principios, a nuestra ética, aun y que esta no sea del todo fiel a la moral, ya que no siempre ética y moral significa lo mismo, tratando de que, por lo menos, si no es justo, de perdido, sea parejo, o como dicen por ahí: De los males, el menos “pior”, después de todo, y citando de nuevo al personaje del señor Pedro Armendáriz: “El secreto para mantenerse arriba es no joder, y si hay que hacerlo, al menos, no joder mucho”

1 comentario:

  1. Tocayo... excelente entrada, efectivamente es una adaptación bastante apropiada de una obra originaria argentina, esperemos pase pronto por acá... un beso

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